Estas actividades se realizan con el propósito de consolidar la identidad histórica del Ecuador y de reforzar los lazos de la identidad Latinoamericana. En principio se conformó el Grupo Bicentenario, que fue conformado por Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, México y Venezuela, en donde posteriormente entro a formar parte Ecuador. Y al cual se ha integrado también España.
Concretamente en Quito, donde se reconstruyó el Antiguo Hospital Militar, se nombró al edificio del Centro de Arte Contemporáneo como: El Bicentenario. Y en honor a la Revolución Quiteña se trajo desde el Museo de Louvre 110 piezas (entre grabados, dibujos y algunos objetos) de la colección de Edmond de Rothschild sobre la época de la Revolución Francesa.
La temática de la exposición refleja la crisis de la monarquía absoluta de Luis XVI y posterior conformación de la Asamblea Constituyente que concluyó con la Revolución Francesa de 1789.
Para traer estas piezas desde el museo más importante del mundo, el Centro Cultural Metropolitano ha establecido vínculos con el Louvre desde hace dos años, en un principio para realizar talleres de conservación de papel. María Elena Machuca, directora del Centro, se trasladó a Francia e hizo el contacto con Pascal Torres que es el conservador que está a cargo de la colección de Rothschild.
A Torres se le planteó la necesidad de hacer una exposición con esas obras por la proximidad del Bicentenario, principalmente para establecer el nexo que hubo entre la Ilustración francesa y la Ilustración quiteña que permitió a nuestros próceres despertar los deseos de libertad.
Torres llegó a Quito hace cinco meses para verificar el lugar de la exposición (en este caso se seleccionó el Centro de Arte Contemporáneo porque ahí está la exposición de la Revolución Quiteña) revisó el espacio junto con un historiador con el que se pusieron de acuerdo para armar el contexto de cómo sería la exposición.
Se exigió información técnica del edificio en un ‘Facility Report’, donde, entre otras cosas, se describen condiciones climáticas, distribución de las obras, distancia al aeropuerto, etc.
Francisco Morales, jefe de museología del Centro Cultural Metropolitano, quedó a cargo de coordinar el montaje de la exposición, para lo cual se cerraron ventanas, se acondicionó la circulación de aire, se ubicó un sistema de iluminación especial y se implementó sistemas de seguridad para cumplir con los requerimientos del Louvre.
"Con nuestros restauradores se estableció el manejo de los parámetros técnicos tanto de iluminación como de microclima que es lo que más afecta a las obras" explica Morales.
Cuando Torres regresó a Francia llevaba consigo un primer listado de las posibles obras que finalmente se trajeron. Son 110 piezas que finalmente se trajo, pero la exposición completa cuenta con obras de la Real Audiencia de Quito, como retratos de Pedro Vicente Maldonado, el Barón de Carondelet, Juan Pío Montufar, José Mejía Lequerica, Manuela Cañizares, mapas de la época e incluso el libro donde consta el acta de grado de la defensa de Eugenio Espejo para graduarse como médico, es decir: el Libro de Oro de la Universidad San Gregorio.
La importancia de Eugenio Espejo dentro de esta muestra es el aporte de la conciencia patriótica, es por esto que varios de los objetos expuestos están en estrecha relación con el prócer ideólogo de la Revolución Quiteña, quien en la Colonia promulgaba las ideas de llegar a ser una patria independiente.
Entre las obras icono que se pueden apreciar en “Del Terror a la Libertad, origen y cauces de la Revolución Francesa” se encuentran varios de los primeros grabados en color de la historia basados en el concepto de tetricromía; testimonios de los hechos que acontecieron en la época; propagandas políticas (durante el período de la Revolución Francesa) a favor y en contra de la monarquía.
Uno de los grabados imprescindibles de la exposición es “Luis XVI decapitado” que es la más explícita fuente de la esencia de la muestra con un texto de amedrentamiento para los contrarrevolucionarios de Maximilien Robespierre. La pieza más valiosa, más que por su precio (está avaluada en €300 000) es una reliquia contrarrevolucionaria –de unos 15 x 15 cm- donde está graficado el Cordero de Dios, en alusión al origen divino del rey, en donde se nota en el centro una mancha que supuestamente es una gota de sangre que se dejó caer de la cabeza de Luis XVI.
Por el contrario, la pieza más valiosa por su costo es el cuadro de Carlos Montúfar y Larrea valorado en USD 3 000 000.
Montar esta exposición supuso un costo que sobrepasa los USD 150 000 en seguros, transporte de las piezas vía avión, catálogos, venida del curador del Louvre, pasajes, estadía. Los fondos principalmente municipales del Fondo de Salvamento (Fonsal) y de auspiciantes y socios estratégicos como la Embajada de Francia, Banco de Guayaquil, KLM, Alianza Francesa, Hotel Mercure, Global Transport y otros.
El principal aporte lo realizó el museo del Louvre al prestar la exposición sin cobrar el alquiler.
En “Del Terror a la Libertad”, trabajan alrededor de 40 personas, entre los que se encuentra un equipo de 10 guías. Los trabajadores han sido carpinteros, arquitectos, museógrafos, restauradores, el curador de la exposición de los coordinadores.
Sin duda esta es una muestra distinguida dentro de los festejos del Bicentenario, que marca la importancia del vínculo ideológico entre la Revolución Francesa y la Revolución Quiteña –sin que esto signifique que la Revolución Francesa haya provocado la Revolución Quiteña-.
ENLACES DE INTERÉS:
- Si te gustó esta entrada puedes dar un Paseo Virtual por la exposición
- ¡Vive nuestra historia! la página web de La Revolución Quiteña
- Escucha el podcast con explicaciones sobre la muestra en Podomatic
4 comentarios:
una iniciativa de aporte cultural para la ciudad muy pero muy valiosa. Sin embargo lo que mas rescato del articulo es la parte donde se menciona que en realidad la revolucion quiteña no logró mantenerse por un lado, y por otro el resaltar que si bien existe un vinculo ideológico entre la Revolución Francesa y la "Revolución Quiteña", no significa que la una haya provocado a la otra.
Es una iniciativa muy interesante,se nota el empeño de las personas involucradas en el proyecto a fin de instruir a la comunidad quiteña acerca del primer grito de la independencia de Ecuador.Muy creativa la idea de establecer analogías entre las razones ideológicas que llevaron tanto a la revolución francesa como a la quiteña. Gracias por postear esta información esta muy bien plasmado el contexto de la exposición y se ve que esta muy interesante.
Para los que nos gusta la historia, es interesante poder disfrutar de hechos ocurridos en el pasado para aprender mas. Como tengo una Casa en alquiler
Montevideo, a veces voy alla, y por eso también aprendi bastante sobre dicho país
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